Catalunya Experience, Costa Daurada, Tarragona y Lleida

Sí, lo sabemos, 2020 no ha sido como esperábamos, se han truncado todos nuestros planes y nos ha tocado vivir algo inimaginable. Aún así, todo no ha sido tan tan malo (si se nos permite), y es que este año, no han habido viajes internacionales lo que nos ha servido para conocer todavía más nuestro gran territorio. Gracias a Catalunya Experience hemos descubierto lugares mágicos, planes que ningún foodie debe perderse y por supuesto, restaurantes donde darse un homenaje. Porque a veces no hace falta irse demasiado lejos para disfrutar de nuevos productos y experiencias sorprendentes. Dicho esto empezamos la ruta, ¿nos acompañas?

DÍA 1. Costa Daurada

Empezamos nuestra ruta de 4 días haciendo parada en Adernats, una bodega modernista y centenaria que elabora siguiendo la tradición vinos y cavas muy especiales. Además, también aprovechamos para hacer otra actividad fusionada con la visita a la bodega y las viñas, un paseo en carro de caballos en el cual probamos vino, vimos muchas viñas y lo culminamos entrando a las bodegas.

Tras nuestra visita a las bodegas Adernats, nos trasladamos hasta Bràfim para conocer de primera mano Vermut Padró. Y es que, desde 1886 elaboran vermuts de altísima calidad, envejecidos en barricas, tomando así olores y sabores muy característicos y de gran complejidad. Si tenéis un amigo muy gourmet, este es unr egalo que seguro le va a encantar. Además, la propiedad es muy bonita y la visita súper interesante, ¿y lo mejor?, acabar en su patio tomando un buen vermut y un aperitivo.

Seguidamente nos dirijimos a la Quinta Forca, restaurante donde almorzaríamos. Allí, el chef, miembro y fundador de Slow Food nos sorprendió con una largo menú degustación con todos los ingredientes de proximidad, y lleno de tradición. Es toda una experiencia poder comer junto a la cocina y ver cómo elaboran cada plato mientras vas degustando el menú.

Por la tarde nos trasladamos al bonito pueblo de Altafulla por el cual dimos un paseo con una guía local que nos reveló todas las leyendas y cenamos y dormimos en el Hotel Gran Claustre, que tiene un restaurante ideal para una cita romántica acompañada de un menú de diez.

DÍA 2. DO Priorat y Montsant

Empezamos el día dirigiéndonos hacia dos de nuestras denominaciones favoritas, Priorat y Montsant, donde se elabora vino desde hace siglos. Nuestra primera parada fue a la Bodega Mas Roig. Donde descubrimos las maravillas del territorio, vendimiamos, ya que estábamos en temporada y degustamos algunos de sus vinos entre viñedos.

A continuación, visitamos otra bodega. Perinet Winery. En un enclave idílico y con unas vistas espectaculares, almorzamos y catamos varios de sus vinos y concluimos la visita con un trayecto en boogie por los viñedos. Experiencia súper recomendable y diferente para visitar unas bodegas.

Por la tarde, descubrimos la Catoja de Escaladei, se trata de la primera cartoja de la Península Ibérica construida en un lugar único, debajo el ojo protector de la Sierra de Montsant. Durante la visita guiada, los turistas descubren  los restos: los tres claustros, la iglesia, y una reconstrucción completa de una celda. Culminamos la visita por una ruta a pie por los senderos próximos con unas vistas panorámicas increíbles a la cartoja.

Finalmente, nos dirigimos a Terra Dominicata, un hotel espectacular, en un enclave único e idílico desde donde disfrutar de las particularidades del territorio y relajarse un fin de semana de desconexión. Nos enamoramos de su piscina con vistas a las viñas, sus románticas habitaciones y su acogedor restaurante donde nos quedamos a cenar.

DÍA 3. Lleida

Empezamos el día con una visita a Siurana, un pueblo precioso y uno de los que más encanto tienen de toda Cataluña. Un guía nos mostró el pueblo y nos reveló todos los secretos que se escondían tras sus piedras. Además, está encaramado en un peñón de piedra caliza sobre un paisaje que corta el aliento en el que se alzan las pequeñas casas y calles empedradas.

Seguidamente, nos dirigimos a Vinyes Domènech en el que disfrutamos de una magnífica visita a los viñedos junto a su dueño y rematamos la experiencia con un maridaje de cocina botánica que nos enamoró a todos. Sin lugar a dudas, nos quedamos con ganas de pasar más tiempo y aprender de la familia Domènech.

A continuación, visitamos las famosas bodegas de Tomàs Cusiné en las que probamos mosto a punto de convertirse en vino y varias de sus creaciones, además visitamos el pueblo, Vilosell.

Finalmente, nos dirigimos al hotel donde pasaríamos la noche, Finca Prats. Nosotros ya habíamos estado y nos había encantado, en esta segunda visita, reafirmamos nuestra opinión. Un spa ideal, habitaciones súper amplias y una cena de diez.

DÍA 4. Terres de Lleida

Empezamos el día con una visita interactiva a la finca Nou Segons, una empresa familiar que se dedica a la elaboración de aceite de oliva arbequina. Descubrimos las tierras e hicimos una cata de aceite en la que nos enseñaron cómo debíamos catarlo y olerlo para encontrar todos sus aromas.

Seguidamente nos dirigimos a la última parada de nuestra ruta por Cataluña y visitamos el restaurante Malena. Éste luce una estrella Michelin y es una gran experiencia que os recomendamos fervientemente. Sin duda alguna, para nosotros fue una de las mejores experiencias gastronómicas de los cuatro días.

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